viernes, 6 de junio de 2014

Consejos para diseñar correctamente tu logotipo.

Nuestro equipo de diseño de Pomelo Publicidad, sabe que las prisas, demasiada confianza o directamente el desconocimiento, puede llevar a cometer fallos técnicos al diseñar un logo, lo que nos ocasionará más de un dolor de cabeza al reproducirlos, cuando no pérdidas de tiempo y dinero.


Por eso, te ofrecemos los siguientes consejos:

1.  Diseño sencillo pero no simple:  elimina todo lo superficial.

Intenta simplificar tu idea la máximo, lo que no significa que sea simple. Una marca tiene que transmitir los valores de la empresa de forma clara y precisa, los elementos a mayores pueden crear confusión y entorpecer el mensaje. Y recuerda que las formas geométricas puras son mucho más pregnantes, se recuerdan mejor.

2.  No superpongas símbolo y logotipo

No superpongas el símbolo (o imagotipo) con el logotipo, ya que así podrán funcionar independientemente en aplicaciones posteriores y te permitirán crear una identidad corporativa menos monótona.



3.  Usa dos colores máximo, pero que funcione bien a un color

Dos colores son suficientes para diseñar un logo que funcione bien y no se vaya de presupuesto. Asegúrate de comprobar que hay vinilo en esos colores que elijas (o al menos menos parecidos por si tienes que realizar rotulación de vehículos, de fachada, etc...) y si fuese necesario, las equivalencias RAL y PANTONE.

4.  No uses nunca degradados. Las tintas planas van a las mil maravillas

A no ser que tu cliente te lo pida, huye de las transparencias y de los degradados o tendrás problemas en las aplicaciones de vinilo y la serigrafía. Si quieres, haz una segunda aplicación del logo con degradados y transparencias para su uso en pantalla (web o TV) o en momentos puntuales, pero NO en el diseño principal.

5.  Cuida la composición

Asegúrate que no se empastará o que funcionará bien a tamaños pequeños, porque de lo contrario en aplicaciones tales como tampones, vinilos pequeños o inclusión en páginas web ocasionará un quebradero para su aplicación.

6. Poca tipografía, máximo un par de tipos diferentes.

Y eso en caso de que lleve eslogan y/o establezcas una segunda tipografía de edición. Una tipografía basta y sobra para una marca.

miércoles, 4 de junio de 2014

Elegir bien el formato para tus diseños. En Pomelo Publicidad tus diseños son gratis para todos los pedidos de imprenta.

Acertar con el formato en nuestro diseño supone muchas ventajas, tanto económicas como ecológicas y estéticas.

El formato está relacionado directamente con la utilidad del producto, además existen muchos formatos estándares, lo que provoca que algunos diseñadores no le den la importancia que tiene.

La variedad de los formatos casi siempre es por razones ergonómicas; el cartel debe ser grande, un sello pequeño, un libro suficientemente grande para poder leerse pero no mucho para poder manejarlo con una mano.

El utilizar los formatos estándares nos facilita la optimización del papel, lo que supone un beneficio económico, puesto que reduce la cantidad de papel utilizado. Siempre es aconsejable consultar el tamaño del papel a utilizar, y dependiendo de este, el diseñador debe adecuar sus formatos para la optimización.




El público al que dirigimos el producto, su función y su tipología condicionan en definitiva el formato de cualquier diseño. Dos aspectos importantes a considerar en relación por el formato son el tamaño y la proporción.

Tamaño

El tamaño en el diseño gráfico es un elemento de impacto visual que ha de determinarse en función de las necesidades comunicativas del producto gráfico.

Las formas básicas del tamaño son:

Cuadrado:  estabilidad, seguridad, equilibrio. Es apropiado para elementos gráficos tanto en vertical como en horizontal. Transmite dureza, frialdad, sequedad y masculinidad.
Vertical:  (aconsejado) es la forma natural, fácil de manejar y la habitual en el uso. Los tamaños más adecuados para optimizar la utilización de los estándares de papel son 15 x 21 centímetros y 17 x 24 centímetros.
Horizontal: está recomendado para imágenes panorámicas de gran tamaño, pero hay que tener en cuenta que puede resultar incómoda debido a su gran horizontalidad.
En cualquiera de las formas utilizadas nunca debemos colocar elementos gráficos que nos obliguen a girar la posición de lectura natural; por ejemplo, colocar en vertical una imagen horizontal para aprovechar la maqueta.

La buena práctica/recomendación, para la variable del tamaño se realiza pensando en diseños hechos para productos más o menos estándares, con tamaños y formatos lógicos pensando en el aprovechamiento del papel y la reducción de costes. Cualquier producto se reconoce en las tablas siguientes, pero si no es así, la recomendación es que nos consultes para adecuar el proyecto a un tamaño idóneo.

Algunos de los tamaños recomendados dependen del tamaño de la resma de papel, de la máquina donde se va a imprimir y de su utilidad.

Este análisis no contempla el libro objeto o libro de artista como producto normalizado, ya que generalmente estas aplicaciones se salen precisamente de la norma y de los estándares.

Nuestra recomendación es pensar siempre en el soporte final y adecuar la proporción a los formatos DIN. Esta se basa en la normalización de los formatos de papel a partir de un rectángulo de un metro cuadrado de superficie con sus lados en proporción 1 a raíz de 2, que es el formato A-0, su mitad es el A1, la mitad A2 y así sucesivamente.

Cuando hacemos referencia a envases y embalajes, utilizar formatos estandarizados garantiza una buena gestión la distribución y almacenaje de productos.

Proporción

Es la relación cuantitativa entre un objeto y sus partes constitutivas y entre las partes de dicho objeto entre sí.
En edición, conocer las dimensiones de página antes de realizar cualquier proyecto es fundamental. Las proporciones más conocidas son la áurea, la normalizada, la ternaria y la 3:4.
Áurea: 1:1,6
Ternaria: 1:1,5
Normalizada: 1:1,4 3:4: 1:1,3

Normalmente hay que buscar el equilibrio entre la altura y la anchura; es importante que se mantenga una proporción acorde a la utilidad del trabajo.

El decidir las dimensiones de la caja de texto es una tarea complicada. A partir de esa decisión, los elementos que la configuran estarán relacionados directamente con ese tamaño. Hay que tener en cuenta que el ancho de la caja se mide en cíceros, milímetros o la medida que cada uno estime oportuna, y la altura, en líneas del cuerpo en que se compone el texto general de la publicación.

Dependiendo de la publicación que vayamos a utilizar aplicaremos las proporciones más o menos establecidas. La proporción áurea o la ternaria serían para un libro de lujo; si lo que pretendemos es aprovechar los márgenes, la proporción 3:4, y para una publicación distinguida, la proporción normalizada.

Partiendo de un tamaño determinado: 150 x 230 milímetros, si pretendemos hallar las dimensiones de la caja, dividimos cada dimensión por la proporción correspondiente:

Áurea: 94 x 144
Ternaria: 100 x 154
Normalizada: 107 x 164 3:4: 115 x 177

Se puede comprobar que en la de 3:4 es donde menores son los márgenes, y en la áurea, donde mayores.



La información visual que aporta un elemento puede cambiar según lo hagan las propiedades del mismo, como su tamaño, forma o color, pero sobre todo su proporción, el peso visual que tenga en el total de la composición.

Indudablemente, la forma más directa de marcar proporciones es mediante el tamaño relativo de los elementos. Los elementos más grandes, altos o anchos tienen una carga visual superior a los más pequeños, cortos o finos, creando zonas de atracción más intensas.

También podemos delimitar proporciones en un grafismo mediante el color, con el que podemos definir distintas áreas tonales útiles para distribuir de forma adecuada toda la información gráfica. En este sentido, los colores puros y saturados tienen un mayor peso visual que los secundarios neutros, y estos mayor que los terciarios poco saturados.

Las formas regulares tienen menor peso que las irregulares. Las formas alargadas y angulares alargan el campo de visión, creando zonas dominantes.

Sean cuales sean lo elementos usados en una composición deberemos siempre buscar unas proporciones adecuadas entre ellos, con objeto de que cada uno cumpla su papel comunicativo de forma adecuada.

Al igual que en las variables anteriores, la buena práctica/recomendación, para la proporción se realiza pensando en productos más o menos estándares, con tamaños y formatos lógicos pensando en el aprovechamiento del papel y la optimización de costes.

Cualquier producto se reconoce en las tablas siguientes, pero si no es así, nuestra recomendación es que nos consultes para adecuar el proyecto a una proporción adecuada.

No obstante, el departamento creativo de Pomelo Publicidad  os asesorará en todos vuestros proyectos gráficos para que siempre acertéis.